Revista de filosofía

Street Art, el “nuevo” arte que nos hará despertar

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BANKSY EN EL BARCO DE ENTRETENIMIENTO THEKLA SOCIAL, INGLATERRA (2005)

BANKSY EN EL BARCO DE ENTRETENIMIENTO THEKLA SOCIAL, INGLATERRA (2005)

 

Resumen

Un pequeño viaje a través de la obra del famoso graffitero Banksy nos mostrará cómo el mundo globalizado nos hace totalmente iguales en pensamientos y sentimientos, pero a la vez nos vuelve indiferentes ante las injusticias sociales; vivimos el día a día pensando en el mañana y que cuando este llega, no se disfruta. A través de la obra de Banksy se desmenuza cada una de estas situaciones sociales y se encuentra que el arte urbano o Street art busca despertarnos, por lo que es tan satanizado y hasta considerado un acto vandálico. Aquí se afirma que el arte urbano no sólo son rayones en una pared, sino obras que causan una catarsis por el mensaje detrás de la imagen.

Palabras clave: Arte urbano, graffiti, política, amor, artistas, arte ilegal.

 

Abstract

A little trip through the work of the famous graffiti artist Banksy will lead us to compare how the globalized world makes us totally equal in thoughts and feelings, but at the same time we become indifferent to social injustices; day by day we live thinking about tomorrow and when tomorrow arrives, we do not enjoy it. Through Banksy’s work, each of these social situations is crumbled and we find that urban art or Street art wants to awaken us and that’s why it is so demonized and even considered vandalism, but we asseverate that urban art that are not scratches on a wall but works that cause a catharsis by the message behind the image.

Keywords: Street Art, graffiti, politics, love, artists, illegal art.

 

Generaciones enteras hemos crecido viendo las películas de Walt Disney, crecimos con la idea del príncipe azul que llega a rescatar a la princesa, es la relación perfecta. Todas en algún momento tuvimos una princesa con la cual soñábamos ser, nos compraban el vestido, la corona y jugábamos a que nuestro príncipe azul llegaba y nos rescataba; nadie nos dijo que son solo cuentos, cuentos que no son una realidad, que en el mundo real las relaciones son problemáticas, que algunas veces uno ama más que el otro, que el amor a veces es más dolor que felicidad, eso lo entendemos cuando la vida nos golpea con un desamor, pero las nuevas generaciones siguen creciendo viendo esas películas y creyendo el cuento de hadas. La industria de Walt Disney se ha encargado de manejar esa idea absurda y que millones de niñas tengan una visión de las relaciones equivocadas. Si a eso le agregamos la fantasía de todos los niños de conocer el famoso parque de entretenimiento en el que desfilan las princesas, los príncipes luchan contra dragones o personajes malvados y los vencen para rescatar a la princesa; la fantasía de ver a los máximos exponentes que son dos ratones, cuando en la sociedad el ratón es uno de los animales que se considerada una plaga, ahí los tenemos como héroes y cariñosos, que no dan asco, sino al contrario: son amados por millones.

WALTER DISNEY (1946)

WALTER DISNEY (1946)

No obstante, los que trabajan en el corporativo de Disney creen que la sociedad actual que se maneja a la velocidad del Tera Byte y no se dan cuenta que ese parque es todo menos para niños, pues la mayoría de juegos no son para menores de cierta estatura, el castillo es solo una escenografía en la cual no puedes entrar para verlo por dentro, las personas que están detrás de los disfraces seguramente piensan que tienen el peor trabajo del mundo, donde tienen que aguantar los berrinches y caprichos de miles niños que quieren una foto o tocar a su personaje. Así que la idea de que Disneyland es el lugar más feliz del mundo se cae cuando analizamos cada punto, los padres seguramente no son nada felices con el gasto que significa ir al parque, desde la entrada, hasta cada souvenir que es de un costo elevado. Cumplir el sueño de los niños no da felicidad ni a grandes ni a chicos.

CARLOS JORIC, “LA HUELGA DE DISNEY” (1941)

CARLOS JORIC, “LA HUELGA DE DISNEY” (1941)

Analizando eso entendemos por qué Banksy —un artista de Street Art que revoluciona y pone de cabeza al gobierno con su arte urbano, ilegal y hasta irrespetuoso— llegó a crear hace poco un lugar para mostrar el lado que él ve de Disneyland. Lo nombro “Dismaland” (recordemos que dismal, en ingles británico, significa deprimente): el nombre sería “la tierra deprimente”, ¿qué tan lejano está el nombre de la obra de Banksy del verdadero Disneyland?, para los que ya no creemos cuentos de hadas parecen ser muy similares. La obra que Banksy propone es un castillo en ruinas que muestra hasta las varillas, una sirena deformada por la suciedad del agua, vendedores de globos de mal humor y globos con el mensaje “I am an imbecile”, juegos mecánicos que no funcionan, orcas llenas de petróleo… en pocas palabras, un parque abandonado, sin mantenimiento, pero en el que la gente está dispuesta a pagar por entrar. El significado de esta obra magistral que Banksy planeó y llevó a cabo en cooperación con otros artistas refleja que en la actualidad la gente no paga por un buen servicio o por diversión, paga por moda o por lo impuesto por la publicidad. Mismo caso vemos cuando la gente paga millones de dólares por cuadros de grandes pintores y a veces el arte urbano es despreciado.

BANKSY, “DISMALAND” (2015)

Años ochentas en París, ciudad del amor y de la luz, donde todos van a encontrar o a reafirmar el amor, ícono en películas de amor. Para ser más exacta, Casa Blanca —ícono del cine del siglo XX— nos cuenta una historia de amor en medio de la guerra y nos quiere mostrar cómo un traficante transforma su visión del mundo gracias al amor y le da libertad a un luchador social junto a la mujer que ambos aman. En la vida real, ¿quién está dispuesto a dejar al amor de su vida por otro?, claro eso no pasa, un traficante jamás dejará nada por nada, ni por nadie, pero gracias a esta historia de amor, París tuvo la frase célebre esperanzadora para todos los enamorados del mundo: “siempre tendremos un París para nosotros”. La frase que nos hace volver a la niñez en los cuentos de hadas; pase lo que pase la princesa y el príncipe siempre van a tener un lugar para su amor. Con este escenario no es raro que, en esta época, encontremos por las calles el arte de Blek le Rat, el primer exponente fuerte del Street Art, un artista callejero que tiene su primer contacto con el arte 10 años antes en otra ciudad rodeada de historias de amor: Nueva York. Blek quiso imitar el grafiti neoyorquino siendo este un fracaso, lo que lo lleva a buscar una manera de tener arte callejero con un lenguaje más adecuado al contexto, es así como comienza a experimentar con el uso de imágenes y plantillas. Esto último lo consagra como el padre del esténcil, además de ser el artista que sacó el arte de los museos y lo plasmó en las calles, el arte que nos regaló en las calles de París va más allá de una pintura bella, perfecta, con detalles, tiene un carga de sátira y crítica social que nos hace despertar la mente y darnos cuenta de cómo el sistema nos vende el mundo que les conviene, que si nos hablan de historias de amor pasamos más de la mitad de nuestras vidas en busca de esa historia inexiste y dejamos que nuestra vida pase sin más.

ARTE DE BLEK LE RAT

ARTE DE BLEK LE RAT

Si a esta altura, sabiendo todas estas situaciones que el Street Art nos enseña, seguimos con la ferviente idea de creer en el clásico cuento de hadas, tengo una noticia poco alentadora: eres un robot más de este sistema que nos dicta cómo actuar y cómo llevar la vida, que nos dice que somos la mitad de una naranja y que necesitamos encontrar la otra mitad para estar completos y tener la felicidad; si tú quieres romper con esos paradigmas, ir más allá de los límites, ir en contra de lo que la sociedad te dicta, continuemos analizando el Street Art y recorre conmigo este artículo; si al final te deja igual, fracasé en mi intento de demostrar cómo el Street Art tiene un mensaje importante que nos hará despertar y dejar de pensar en cuentos de hadas y activarás tu vida de una manera diferente y por eso, el mismo sistema nos vende la idea de que el grafiti y el arte urbano es cosa de delincuentes, que va en contra de todas reglas y que es un acto ilegal. Claro está que es ilegal, fue ilegal desde su nacimiento en la ciudad de Nueva York en los años sesenta. Qué paradoja, en el país de las libertades nace el arte más ilegal del mundo, y nace bajo la necesidad de las comunidades afroamericanas y latinas como forma de reacción y crítica a la situación que se vivía en dicho país. Coincidencia o no, nace en otra ciudad ícono del amor, que hasta en su avenida principal (que es también una de las más famosas) tenemos la foto del amor: un marino besando a una enfermera a su regreso de la guerra, nuevamente el cuento de hadas presente.

GRAFITI EN EL CENTRO DE NUEVA YORK, “EL HOMBRE QUE BESÓ A LA ENFERMERA” (2014)

GRAFITI EN EL CENTRO DE NUEVA YORK, “EL HOMBRE QUE BESÓ A LA ENFERMERA” (2014)

Aunque obviamente iba a tocar el nombre de Banksy, no podía olvidar al máximo exponente —ahora olvidado, pero quien fue el gran maestro de Banksy—: Xavier Prou, mejor conocido en el mundo del Street Art como “Blek le Rat”, quien conoce el grafiti en 1971 en una visita a Nueva York y lo lleva a Europa diez años después, tratando de emular los grafitis neoyorquinos. Sus primeros trabajos fueron un fracaso y en su búsqueda por encontrar un lenguaje más adecuado al contexto europeo, comenzó a experimentar con el uso de imágenes y plantillas, siendo así a quien le debemos lo que más tarde se llamaría “esténcil”. Lo que logra Blek le Rat con estas plantillas e imágenes se populariza rápidamente en el Paris de los ochentas y llena las calles con su arte, que podía ser de aerosol a mano alzada, pincel, cartel, y de papel pegado. Imaginemos las calles con las máximas obras como el famoso esténcil de la pareja bailando, o el niño con el monito por cabeza y sosteniendo un teclado y una rata corriendo sin que él la vea. Si analizamos esas obras de los ochentas nos damos cuenta que no están nada lejos de la realidad actual, que hace treinta años Blek le Rat pudo descifrar cómo iba a manejarse el mundo, que estamos controlados por la tecnología, que el mundo idolatra la cultura gringa y dejamos que decidan el futuro del mundo, los vemos como salvadores.

BLEK LE RAT, “BALLERINA” (2011)

BLEK LE RAT, “BALLERINA” (2011)

La Ciudad de la Luz, llena de mensajes políticos, además de ser recinto de dos grandes museos tiene la virtud de tener arte en las calles. París, una ciudad ícono de moda, arte, cultura y, además, capital de uno de los países pertenecientes al G8 es, también, la cuna del Street Art, así que la idea de ir a París en busca del amor queda muy lejana. Cuando nos damos cuenta que tenemos un arte en las calles, París no es la ciudad del amor, sino del arte, arte que nos hace reflexionar por qué Blek le Rat quiso mostrar su arte en la Ciudad del amor, para sacarnos nuevamente de la idea del amor perfecto, del amor asfixiante, del amor incongruente con el cual no puedes vivir si no lo tienes a tu lado. Nuevamente encontramos que el Street Art se basa en mostrarnos algo más real, más tangible, algo con lo cual dejemos el sufrimiento y paremos la búsqueda de un cuento de hadas de amor, nos demuestra que podemos ser felices y disfrutar del amor si miramos a nuestro alrededor y vemos el arte y dejamos de ser robots que la sociedad maneja como si fuéramos marionetas. Blek le Rat, en alguna entrevista, menciona que pinta ratas porque es la peste de París y es como describir que el grafiti es la peste del mundo que se extenderá sin poderla parar. Blek le Rat es el maestro de grandes artistas del Street Art, uno de los cuales (que para mí es el más significativo) es Banksy. Por ese motivo, abrí mi artículo con su obra maestra y más grande “Dismland”; ahora sí podré pasar a escribir de sus obras que él mismo dice que cada que realiza una obra la voltea a ver y luego mira una de Blek le Rat y se dice: “él la realizo 30 años atrás”.

BLEK LE RAT, “ICÓNICAS PLANTILLAS DE RATAS”

BLEK LE RAT, “ICÓNICAS PLANTILLAS DE RATAS”

Banksy, el artista que no solo realiza arte ilegal, sino que también nos mantiene en un suspenso al no saber quién es en realidad, un mito gira alrededor de quién es realmente, algunos dicen que nació en Bristol, Reino Unido, en 1975; se cuenta que es alto, rubio y siempre viste ropa de grafitero, ¿pero acaso importa saber quién es él? Al parecer, Banksy no es solo un artista callejero, es un personaje creado por él mismo que supo cómo llamar aún más la atención o que, simplemente, quiso resguardar su nombre para que la policía no pudiera dar con él. Lo que sí podemos saber es que vive sin miedo, pues lo mismo puede pintar un mural en la calle o entrar algún museo y dejar una obra en alguna exposición como ya lo ha hecho, es un hombre que critica duramente al sistema, que en cada obra nos deja un mensaje que nos hace reflexionar sobre cómo queremos vivir; Maid in London la primera obra que yo conocí y logró que me preguntara una y otra vez qué significado tenía, lo primero que vino a mi mente fue que era una forma de protestar contra querer sentirse más por tener una posición económica acomodada y por ese motivo querer uniformar a la servidumbre, pero lo dudé, una mucama o una mujer del servicio levantando el muro y escondiendo la basura tenía algo más que una crítica a la diferencia de clases que se hace en el mundo. ¿Acaso será que ella esconde los crímenes de otros? ¿Esconde lo que nadie quiere que se vea de su vida? ¿Conoce los secretos más oscuros de la familia para que trabaja? ¿Los esconde por convicción propia o por una orden? Demasiadas preguntas logró generar en mí, llegando a la conclusión que la sociedad británica a nivel mundial es considerada como un modelo a seguir, tienen horarios tan marcados, tan cuadrados que no puedes salirte de ellos, impuestos por una realeza que realmente tiene la conciencia limpia para decir cómo llevar la vida a los otros, o es solamente una forma de control; esa misma realeza que tiene sirvientes para todo, que parece que si recogen un vaso de la mesa la corona se cae, y a lo mejor y sí, pero no es por levantar el vaso, es por el peso que tiene de tanto oro y joyas preciosas que están hechas, esa servidumbre que son los oídos de en esos castillos enormes que esconden los secretos más lúgubres de esa realeza, que esa servidumbre sí sabe cuando alguien se escapa, cuando alguien entra a la habitación de otro por la noche para quien sabe que, o que simplemente puede ver a la Reina sin tanta producción.

BANKSY, “MAID IN LONDON”

BANKSY, “MAID IN LONDON”

Banksy quiso, a lo mejor, retratar cómo la sociedad esconde la suciedad que la rodea y que lo que vemos es sólo un teatro más, que son más perversos y más sucios que los plebeyos, que ellos no son la perfección, pero tienen el poder de esconder todo lo malo y solo mostrar lo bueno. Que si imaginamos ese cuento de hadas que nos venden de que mujeres fuera de la realeza llegan a casarse con los príncipes de carne y hueso no es más que otro cuento de hadas que tampoco existe y seguimos en la misma temática con la que comenzamos, nos quieren vender un mundo irreal, una utopía para los soñadores del amor verdadero y perfecto, que nos muestran grandes bodas con grandes despliegues de opulencia, un desfile tan Disneyland, solo que con personajes de carne y hueso, con carruajes jalados por caballos en pleno siglo XXI y eso lo seguimos consumiendo. Pero, dónde queda la libertad de elección, por qué te tienes que casar para continuar con una descendencia y crear generaciones de títeres que son movidos por una sola voz: la de la Reina. Considerando la obra de Banksy, nos quiere decir que la realeza no es más limpia, ni pura, que ninguno de nosotros, que ellos son humanos, pero la diferencia radica en que nosotros aún somos dueños de nuestro pensamiento, que tenemos más libertad que ellos, pero ¿qué tanta libertad tenemos, si los idolatramos?

GRAFFITI DE BANKSY: “NIÑA CON GLOBO”

GRAFFITI DE BANKSY: “NIÑA CON GLOBO”

Esa pregunta que dejé en aire me lleva a pensar en otra obra, la Niña con el globo, una niña perdiendo su globo en forma de corazón, pensaríamos en primer término que habla de la pérdida del amor propio, o de cómo soltamos el amor, o que dejemos el corazón libre; pero para mí tiene un significado diferente, una niña que suelta su corazón de globo puede significar que puedes perder todo menos a ti, lo que más te debe importar en la vida eres tú, nadie por encima de ti, el día que dejas que alguien esté por encima de ti has perdido todo sentido de la vida y volvemos al amor de cuentos de hadas, hacer y dejar todo por alguien que ni siquiera sabes si es tu amor verdadero. Si recordamos la mayoría de los cuentos de hadas nos pintan relaciones y amores que florecen en tan solo días y hasta algunos arreglados desde el nacimiento, como el caso de la Bella Durmiente (hablando de la versión de Walt Disney), y que al crecer y tener 16 años viendo de campesina ve por una única ocasión al príncipe y se enamora, ella no piensa un momento en sí misma, piensa en él, se emociona al pensar en él, se olvida de ella misma por tener en su mente a un desconocido. Si regresamos a la Niña con el globo, podemos dar la lectura que nunca sueltes tu yo por nada, puedes soltar todo, pero nunca a ti.

Cuando eres diferente no eres aceptado, ya sea porque eres un migrante, tienes un color de piel diferente, creencias religiosas y políticas opuestas o simplemente porque llevas tu vida como te parece o no como te dicta la sociedad. Banksy lo reflejó en un grafiti de unas palomas segregando a un pájaro. Contenía mensajes como “migrantes no son bienvenidos”, “regresa a África” o “aléjate de nuestros gusanos”, el mural fue borrado por ser considerado racista, pero cómo puede un pueblo que se siente superior y que tiene una mentalidad de tener sirvientes, decir que un mural es racista. Vemos la doble moral, el doble juego que, cuando algo les incomoda y les muestra la realidad, lo que hacen es taparlo y esconder la crítica. La sociedad en la que cuando algo le afecta lo borra o lo tapa, quiere desvirtuar la crítica y la señala como racista, cuando el delito más grave es acallar los miles de crímenes racistas que suceden en los países de primer mundo, los que deciden que las economías de otros países, los que impiden el crecimiento de otros países para no perder su supremacía, los que ponen la bota encima de cualquier migrante, ahora se ofenden.

BANKSY, CLACTON-ON-SEA GRAFFITI

BANKSY, CLACTON-ON-SEA GRAFFITI

Banksy no solo pinta en Europa, también lo ha hecho en Estados Unidos; ahí realizó un mural en las calles de Boston, llamado Follow your dreams: Cancelled. Fuerte el mensaje, claro, y escrito por el mismo artista: “sigue tus sueños: cancelado”. Admirable la mente con la que crea y lleva a cabo sus obras, en el país de las libertades, en el país que te hace la mentalidad de “just do it”, un mural con ese mensaje interesante, pero se vuelve aún más interesante cuando vemos que quien pone el “cancelado” es un obrero, es ahí cuando la majestuosidad que tiene Banksy me hace reaccionar, somos obreros a quienes hacen creer por medio de publicidad que podemos llegar tan lejos como deseamos, pero gran sorpresa nos damos de que jamás llegaremos a eso si seguimos dejándonos manejar y guiar por lo que el sistema quiere; ¿realmente las metas que nos ponemos y por lo que tanto trabajamos son nuestros sueños, o solo son ideas impuestas?, trabajamos una vida entera para tener una posición económica buena, para comprar una casa, encontrar una pareja para tener hijos, comprar un auto, tener vacaciones y demás lujos banales; si nos detenemos un momento a pensar en eso, ¿es lo que buscamos realmente? O ¿cada quién tiene un sueño propio que no incluye eso?, nos adentran en el mundo del dinero y somos tan cómplices de matar nuestros propios sueños como los que lo logran, cuántas veces uno disfruta de un baile bajo la lluvia, de voltear a mirar la luna, de sentarse a ver un atardecer. Yo disfruto más de un día bajo la lluvia que de un día de compras.

BANKSY, “FOLLOW YOUR DREAMS”

BANKSY, “FOLLOW YOUR DREAMS”

Llegamos así a otra obra más que nos va dando las respuestas a las preguntas anteriores Sale ends today: mujeres hincadas ante un cartel con esa frase. Quién no ha caído en la trampa de las rebajas, donde compras cosas que a lo mejor no necesitas pero que están baratas, creo que todos alguna vez lo hemos hecho. Pero ¿realmente el consumismo es felicidad o preocupación? ¿Cuántos no compran con el famoso dinero plástico que por más que compres en rebajas terminas pagando más que si lo compras a precio normal? En el mundo consumista donde nos crean necesidades ficticias vivimos de prestado, lo que no hemos ganando aún ya lo debemos, pero no importa y no nos detenemos a pensar en eso, al principio es felicidad pura, pero cuando llega el estado de cuenta llega la ira, el enojo, la tristeza y la preocupación y, por lo tanto, nos mantenemos atados a seguir siendo obreros para poder saldar las deudas que adquirimos.

BANKSY, “SALE ENDS TODAY”

BANKSY, “SALE ENDS TODAY”

Y mientras nos mantenemos ocupados en pensar cómo saldar nuestras deudas, dejamos pasar de lado la deshumanización en la que vivimos, en cómo soportamos estar comiendo y ver en las noticas imágenes de bombardeos y gente herida o muerta y no nos causa reacción alguna. Nadie siente náuseas de ver como humanos son asesinados por otros humanos, es así como llegamos a Crazy horses riding through the lower east side to a Wikileaks suondtrack, pintado en Nueva York. Uno de los más impresionantes por el manejo que hizo Banksy sobre un auto viejo desvalijado y una pared, los caballos con los ojos saliendo de su órbita, corriendo a gran velocidad, un joven con las manos hacia arriba y mirando al cielo en forma de plegaria nos hace pensar que algo horrible ocurre, los animales por instinto huyen de los problemas y el cielo totalmente nublado, unas manos con una piedra, nos hace pensar en Siria, país bombardeado durante años, con sangre fría vemos imágenes de niños defendiéndose con piedras de soldados o de tanquetas y sin ningún dolor los matan. Estamos tan metidos en nuestros problemas que olvidamos que vivimos en un mundo donde, en este momento, alguien está siendo asesinado en nombre de la libertad, en nombre de buscar petróleo o en nombre que los van a salvar de un mal gobierno. Pero ¿quién les da permiso de matar a su propia especie? La deshumanización que vivimos está al máximo, la gran mayoría de especies se protegen a sí mismas de otros cazadores; es cuando me pregunto: el pensamiento y raciocinio son un don o una desgracia, que gracias a tener el don de pensar nos sentimos tan superiores que creemos que podemos matarnos a nosotros mismos, deberíamos de tener una obra así en cada país y en cada ciudad, como un recordatorio de que no es una película, sino la vida real.

GRAFFITI DE BANKSY, “CRAZY HORSES RIDING THROUGH THE LOWER EAST SIDE TO A WIKILEAKS SOUNDTRACK”

GRAFFITI DE BANKSY, “CRAZY HORSES RIDING THROUGH THE LOWER EAST SIDE TO A WIKILEAKS SOUNDTRACK”

El papel que juegan los medios de comunicación en todo este asunto de cómo vemos y cómo concebimos la vida es fundamental, ellos manipulan a todos primero por la prensa, luego llegó la caja negra conocida como televisor y esta época el bendito —o no sé si llamarlo el maldito— teléfono. Las noticias están creadas o, mejor dicho, manejadas para el bienestar del gobierno, nos dan lo quieren que veamos o lo que quieren que nos aterre, nos muestran las imágenes que quieren que veamos, ponen como salvadores a quien quieren y qué mejor manera de demostrar eso que el mural que nos muestra a una niña herida entre escombros, aferrada a un oso de peluche y, atrás de ella, gente parada con logotipos de la Cruz Roja, una persona de staff de algún noticiero y un fotógrafo tomando esa imagen desgarradora de la niña, para que luego nos vendan la historia del héroe que era un reportero que llegó y rescató a esa niña, cuando la realidad es que todo está cruelmente planeado. En pocas palabras, la manipulación que hacen los medios de comunicación nos hace más deshumanizados, más egoístas; nos crean de una tragedia un cuento de hadas y con eso volvemos al inicio del texto, nos venden la ficción y nosotros la tomamos como realidad.

The Wall, lo primero que viene a nuestra mente es el disco del aclamado grupo Pink Floyd, disco que nos dio una guía por el famoso muro de Berlín. Banksy, puedo pensar, quiso hacer un homenaje a tan grande grupo musical y nombró así la obra que pintó en el muro que divide Israel de Palestina, un muro que literalmente divide a dos sociedades opuestas, pero no por eso enemigas, lo que los gobiernos hacen no engloba a sus ciudadanos. Antiguamente, los palestinos e israelitas eran hermanos, tanto que los niños jugaban sin importar la religión de cada uno, pero por la situación de un solo hombre en el poder, los pueblos fueron separados y ahora la distinción no solo es económica, sino también de cómo el gobierno de Israel, sin reparo, dispara contra cualquier palestino son importar que sea un niño o una mujer con una bolsa de mandado. La imagen es realmente impactante, la figura de una niña sosteniendo un ramo de globos y elevándose del piso para pasar el muro. La libertad de ambos pueblos esta reprimida y Banksy refleja la necesidad de dejar de separar pueblos por muros artificiales. ¿Quién les da derecho a los gobiernos a separar pueblos? Y peor aún ¿quién les da derecho de masacrar pueblos? La sociedad que con la indiferencia, con la tolerancia y con el aceptar día a día ver imágenes de personas masacradas no se mueve una fibra en nuestro ser.

BANKSY, “NIÑA INTENTANDO ELEVARSE SOBRE EL MURO CON GLOBOS”

BANKSY, “NIÑA INTENTANDO ELEVARSE SOBRE EL MURO CON GLOBOS”

El amor de cuento hadas en esta sociedad es aceptado, pero ¿qué pasa cuando ese amor lo sienten dos personas del mismo sexo? Nos espantamos. Tuvieron que pasar años para que la sociedad aceptara la homosexualidad (y eso a medias). Banksy reflejó ese amor de la mejor manera: dos policías ingleses besándose sin esconderse, sin pudor, sin miedo a demostrar que el amor cuando es verdadero se vive con intensidad y sin problemas. Este grafiti revolucionó Europa y puso en jaque tanto al gobierno como a la Corona, solo un transgresor de cualquier ley, un artista que lo mueve el corazón podría haber logrado esa imagen. Romper el cuento de hadas y gritar al mundo que cada ser humano vive su amor a su manera y que la idea del cuento de hadas está totalmente obsoleta, que el verdadero amor es en el que te respetas a ti mismo y así logras encontrar alguien que camine de tu lado y te respeta, que no tienes que vivir fingiendo que cada uno es responsable del concepto del amor, que la sociedad no puede manejar un sentimiento como lo quiere hacer y lo ha hecho durante siglos enteros, que el esconder el amor solo nos ha llevado a vivir infelices y que, si no quieres un príncipe azul en tu vida y prefieres tener un humano con errores y defectos, es tu decisión, que si no quieres ni necesitas ser rescatada de la torre del catillo porque tú puedes bajar sola y encontrar la salida y, en cambio, prefieres alguien con quien bailar bajo la lluvia, es tu libertad de sentimiento. Es por eso por lo que la imagen de los dos policías nos da la lección de que el amor no conoce sexo, religión, ni estatus social, que el amor es solo dos humanos sin más, caminando tranquilamente mientras el mundo corre a la velocidad del Tera Byte.

BANKSY, “TODO AMOR ES VÁLIDO”

BANKSY, “TODO AMOR ES VÁLIDO”

Un chico triste con la mirada al piso y un ramo de flores en la mano, la escena pintada afuera de un club nudista en Nueva York. A primera instancia podrías pensar que Banksy no quiere decir que el amor no se compra y el sexo sí; yo le di otra lectura, una que va más allá del amor y el sexo como conceptos separados y, además, porque si podemos comprar sexo y no amor, no existirían millones de relaciones que se cubren como amor y alguno de los dos está con el otro por la posición económica que le da el otro. Entonces me voy por el concepto de que en esta sociedad —donde nos pintan el cuento de hadas— es tan doble moral y nos maneja a su antojo, que nos venden sexo, ya que para esta sociedad el sexo sigue siendo un tabú y es considerado sucio y nos hacen creer que si vendes amor no está mal. Para mí sería el concepto de que el amor y el sexo caminan de la mano, pero no siempre van juntos; es tan sano tener sexo por placer como sexo por amor, pero ¿qué pasa cuando el sexo y el amor se enamoran? Acaso se convierte en enamoramiento o vivimos nuestro propio cuento de hadas en el que no existen princesas, ni príncipes, que solo son dos corazones y dos sexos enamorados y que el verdadero rescate es lo placentero que puede ser un orgasmo.

Turistas: en la sociedad cuando cumples el cuento de hadas y te casas, lo que sigue es la luna de miel, entonces te vas como buen turista alguna parte que no conocen o un clásico. En México es Europa, nada podría empañar el cuento de hadas, al regreso de la luna de miel te juntas con familia y amigos a mostrar las fotos del gran viaje de amor que tuvieron. ¿Qué pasa cuando en una de las fotos vas en una carreta y esta es jalada por un niño? Ninguno de los invitados lo nota, así como no lo notaron los novios en su viaje. ¿Acaso podemos presumir el amor que le tenemos a la pareja, pero no a otro ser humano? Así es el mural de Turistas, una pareja feliz tomándose un autorretrato, mientras un niño jala la carreta. El amor no solo es encontrar una pareja, nadie que presuma de tener un gran amor y no sienta dolor por esa imagen sabe amar, el amor va más allá de tener una pareja, es un sentimiento que te hace detenerte a mirar esa imagen de Banksy y pensar cuantas veces en el día no ves un niño trabajando cuando debería estar estudiando o jugando en el parque con otros niños. La sociedad nos sumerge tanto en cumplir metas y cuentos de hadas que dejamos pasar situaciones inhumanas como algo natural: no puedo concebir alguien que pase feliz su luna de miel o un viaje viendo que tiene como burro de carga o esclavo es un niño.

BANKSY, “TURISTAS”

BANKSY, “TURISTAS”

Polémica, palabra muy acertada para describir la obra de Banksy, el artista callejero que tiene la humildad de reconocer que su antecesor, Blek le Rat, ha pintado años antes lo que él pinta, no deja de pintar y crear obras de arte con una gran crítica social, no lo detiene nada para mostrar una realidad y es así como llegamos a esa gran obra: Polémica. Tal cual como acabo de describir su arte, usar la foto de la niña vietnamita que fue quemada en Napalm, que le dio la vuelta al mundo y erizó la piel de muchos, cuando la sociedad era más humana. Banksy decide usarla y le pone a su lado dos grandes personajes que tienen conquistados a los niños por generaciones, del lado derecho de la niña el ratón más famoso del mundo Mickey Mouse, (que me hace pensar que poner al ratón es un tipo de homenaje a Blenk le Rat) y, del lado izquierdo, al famoso payaso emblema de la marca de comida rápida de hamburguesas Ronald McDonald; una imagen que me hace reflexionar que la niña vietnamita murió en medio del peor bombardeo que se vivió en el siglo XX, pero el mensaje de Banksy es que ahora los niños mueren de la mano de las ideas que nos mete Disney y de la comida que consumen en McDonald’s. El primero es una muerte en vida, por la frustración de no ser una princesa y encontrar al príncipe y los niños de la tristeza de no ser esos príncipes que rescatan a la princesa o que se enfrentan a dragones y esa frustración te lleva a vivir siempre triste y sin ilusiones; la segunda sí puede ser una muerte real por la mala alimentación que se lleva.

BANKSY, “POLÉMICA”

BANKSY, “POLÉMICA”

Es así como Banksy nos hace reflexionar sobre qué es realmente el amor. ¿La felicidad la da el dinero? ¿Tenemos que tener una vida perfecta para ser aceptados? ¿Nuestro destino es ser obreros y cancelar nuestros sueños? ¿Sentir indiferencia por los otros?

Cuestionamientos que cada uno nos podemos responder. Para mí, Banksy lanzó la moneda al aire y ahora nos toca a cada uno decidir si queremos seguir el juego social y quedarnos en el rol de ser princesas y príncipes, de ser el obrero que destruye sus propios sueños, de esconder el amor, de seguir siendo deshumanizados y no mirar al otro por estar al pendiente de un celular. Cada uno tiene sueños ideales y la manera de llegar a estos es no atarnos a las reglas, ser como Banksy, romper las reglas y vivir para uno, sin pasar encima de los demás, pero llegar al punto de saber decir qué queremos y pensar a dónde vamos, qué nos molesta de nuestra vida y cambiar ese aspecto; así lograremos como sociedad salvarnos del infierno en el cual sobrevivimos y corremos días tras día como robots.

GRAFFITI DE BANKSY, EN LA PARTE INFERIOR DE PARK STREET

GRAFFITI DE BANKSY, EN LA PARTE INFERIOR DE PARK STREET

En México tenemos un tabú con los grafitis, pero ¿alguna vez nos detenemos a observar lo que pintan? No hablo de los grafitis que son rayones, hablo de ese arte urbano que observamos debajo de los puentes. Un claro ejemplo son los murales que podemos observar en Avenida Congreso de la Unión, podemos ver luchadores sociales pintados, pero ¿qué significado les damos? Para empezar, nadie se pone a pensar sobre la avenida en la que están pintados, que los corona el Palacio Legislativo de San Lázaro, lugar donde pasan las leyes que nos rigen, es cuando el arte urbano toma otra perspectiva y reaccionamos a que si lo que pasa a unas cuadras de ellos son violaciones a nuestros derechos civiles, que si vamos a seguir permitiendo que los servidores público que nosotros elegimos hagan su voluntad o hagan la voluntad del pueblo.

REBECA ALFONSO ROMERO

REBECA ALFONSO ROMERO

Reflexionando me llega el cuestionamiento de por qué el arte urbano no es apreciado, por qué nos quieren vender la idea que está asociado a pandillas o a delincuentes; acaso todo eso tiene que ver con que el arte urbano nos quiere mostrar una realidad que vivimos pero no vemos, gracias a las vendas que tenemos en los ojos por la sociedad en la que nos desarrollamos, por la publicidad que nos mete ideas que son incorrectas, por unos medios de comunicación que manipulan las noticias para estar a la orden de un estado. Acaso el arte urbano es incómodo para ciertas esferas de la sociedad y, por eso, en lugar de que sea explotado, se quiere dar la imagen de que es algo malo. Hablo del arte urbano que no daña los monumentos históricos, que lo que se pinta en él contiene mensajes ya sean políticos o de crítica social. Queda muy claro que rayar y hacer pintas sin motivo no es un arte, es una forma de expresión pero sin llegar a ser arte, que no sabemos si esas pintas que aparecen las hacen los mismo gobiernos para así demeritar el arte urbano y tener el apoyo de la sociedad de prohibir el arte urbano, pero mientas que en Europa los Ayuntamientos y Alcaldías pagan por que se realice el arte urbano, en México se borra y no se aprecia, no se les da espacio a esos jóvenes artistas que nos quieren trasmitir mensajes, aunque la lucha por el arte urbano va tomando fuerza en Tijuana, por ejemplo. Los jóvenes se han ido ganando espacios para poder plasmar sus ideas.

El Street Art o Arte Urbano nos deja una nueva venta abierta al diálogo y a la reflexión. ¿Queremos seguir viviendo en un “cuento de hadas”, recorriendo el mundo con una venda buscando un amor irreal y dejando pasar eso que llamamos vida, mientras seguimos cegados con una idea creada por una publicidad? ¿O preferimos comenzar a vivir y decidir el concepto del amor como a cada quien mejor le acomode, que cada uno tenga sus propias líneas rojas y sus propios personajes y así podamos caminar y disfrutar cada paso, sin estar atados a un cliché de tener un amor de cuento? ¿Preferimos disfrutar de una caminata bajo la lluvia, de un atardecer, de poder llegar a un lugar y pedir mesa para una sin pensar que todos voltearán y pensarán: “llegó la princesa que aún no ha sido rescatada y está en la búsqueda del príncipe”? ¿O nos gustaría que dijeran: “llegó ella que se ama y aprecia y disfruta estar con ella y sus pensamientos y puede caminar en el mundo sola, con pasos firmes y la frente en alto? ¿Y podemos dejar de estigmatizar a un hombre soltero de que tiene defectos o que a lo mejor es homosexual y podemos pensar que simplemente él quiere estar solo porque le gusta andar sin compañía y que si tiene compañía la disfruta más porque nadie le impone que ya está grande para casarse o tener una relación? ¿Queremos seguir siendo unos compradores compulsivos a los que no les importa si tienen el dinero o no? O, peor aún, ¿que no necesitamos de esas cosas para ser felices?

“GRAFFITI ATRIBUIDO A BANKSY, EN LIVERPOOL, INGLATERRA”

“GRAFFITI ATRIBUIDO A BANKSY, EN LIVERPOOL, INGLATERRA”

Y por último y no menos importante, vamos a tener la visión de poder voltear y ver al otro como el ser humano que es, nos dolerá el dolor ajeno y dejaremos de lado la indiferencia con la que crecemos y nos afectará cada muerte injusta, muertes “justificadas” por guerras estúpidas; podremos volver a ser animales que se protegen entre ellos y dejan de matarse a ellos mismos y dejaremos de un lado la competencia estúpida en la que nos enrolamos.

Cada uno tendremos visiones diferentes del Street Art, porque así es el arte subjetivo y cada uno lo veremos dependiendo el sentimiento que más a flor de piel tengamos en ese momento; pero me encantaría que nos ayudara para poder ver el mundo de manera diferente y dejar de lado por un momento la tecnología. Comencemos a disfrutar de la vida y de la interacción con otros seres humanos, pero en vivo, no por medio de aparatos, que a la larga nos están distanciando más que acercando.

 

Bibliografía

  1. Bull, Martin, Banksy Locations and Tours: A Collection of Graffiti Locations and Photograrphs in London, Shellshock Publishing, Londres, 2010.
  2. Bingham, Hettie, Banksy, el arte rompe reglas, Editorial Mediterrània, Barcelona, 2017.
  3. Banksy, Wall and Piece, Century, Londres, 2006.
  4. Manco, Tristán, Stencil Graffiti, Thomes and Hudson, Londres, 2002.