Revista de filosofía

Sr. Macron, ¿se refiere aquel del chaleco?

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Jean-Luc Nancy / Trad. Maria Konta

LOS CHALECOS AMARILLOS TRIUNFARÁN

 

Tribuna

Uno dice: el pueblo contra las élites.[1] ¿Qué distingue los dos? En unas palabras: el futuro. Para el pueblo, se llama “mañana”. Para las élites, se sitúa en la lejanía de una civilización transformada. Esto no es nuevo, pero en el siglo XX, podría todavía parecer que converja. Hubo días siguientes del inmediato mañana y uno podía decir aproximadamente de qué estarían hechos.

Actualmente, uno ya no puede decirlo. Cada progreso trae sus dudas. La renovación de la energía es todo menos obvia. Al igual que el devenir de una sociedad de la digitalización. He ahí lo que conmueve profundamente la existencia de los pueblos de los países desarrollados, es decir, aquellos que ya están involucrados a medio camino en la metamorfosis. Pero para los demás, que son los más numerosos, hay otro tipo de prueba. Han sido proyectados de una pura ausencia del futuro en el curso del supuesto progreso. Eso también altera su existencia. También sufren de crisis de identidad y distensiones internas.

CHALECO AMARILLO CON LA LEYENDA “CANSADO DE SOBREVIVIR ARRIBA DE LOS IMPUESTOS”.

En todas partes, obviamente, los poderosos aprovechan cada oportunidad. A excepción de esos, ya nadie se ubica. Uno habla varias lenguas herméticas entre ellas en este mundo de comunicación de alta velocidad. La lengua de un progreso que se autolegitima de su única huida hacia adelante. La lengua de la preocupación de vivir con confianza a lo largo de los días. La lengua del deseo ardiente y del dolor loco infligido por la huida del gusto mismo de la existencia. El no-lenguaje del cálculo gerencial, operacional y compulsivo. El otro no-lenguaje no menos compulsivo de los encantamientos a los espíritus, a los salvadores, a los ancestros.

No hay otra lengua, ni política, ni ética, ni estética y tampoco existencial. Incluso la que estoy usando aquí, ¿es únicamente inteligible? Y, ese alboroto de jergas, de balbuceos, de dialectos e idiolectos produce un bullicio tal que nada se puede escuchar para hacer frente al estado ya damnificado del clima natural, cultural y de los recursos energéticos y espirituales. De lo que aún dependen el mañana y el pasado mañana de nuestras existencias.

He ahí al menos lo que uno debe decir en voz alta y clara, si es posible, para que sea entendida esta exigencia: uno debe aprender a hablar de nuevo.

Ni el mutismo erudito ni el grito del dolor son suficientes.

¿Entiende usted?

CHALECO AMARILLO CON LA LEYENDA “¡SUFICIENTE!”

Notas

[1] El original titulado “M. Macron, entendez-vous M. Gilet ?” publicado en Liberation, el 5 de diciembre 2018. (https://www.liberation.fr/debats/2018/12/05/m-macron-entendez-vous-m-gilet_1696221)